jueves, 30 de abril de 2009

Para un cadáver somnoliento

Para un cadáver somnoliento


Violentamente se han desprendido
mis hilos del cielo,
he caído en la maquinaria
del voladero.

No veré mis manos envejecer
cualquier día
mis ojos se suspenderán
con la oscuridad de la noche.

He marcado mi historia
como inconclusa,
por la calle mi sangre deambula,
saluda al vecino, --él no sabe--
ya pronto seré un cadáver.

Las hienas arañan
las líneas del tiempo
vengo con el corazón
plasmado de indiferencia
y silencio.

Mis sueños se diluyeron
en las plumas de tu almohada,
desde ayer mi saliva
es veneno, puro y certero.
La piel es zumo de lodo,
todas mis almas hierven
en destrucción
y devoro

Arrastro mis pies de espina,
voy a la tienda y pido:
una cocacola con hielo
para mi cadáver somnoliento

Luisa Albarrán
30/abril/2009

martes, 28 de abril de 2009

En el muro de tu cuarto

En el muro de tu cuarto

 

Yo sabía atarme los zapatos,

y me embelezaba con la baba del diablo

y la mitad de mí estaba llena de Lorca.

y la otra era un incendiario.

 

Ahora mi cabeza en tu pecho

se arrepiente, se arrepiente 

de no haberte dejado plantado

en el teatro.

Hubiera sido mejor

salir con Ed:

ir al cine

o desmenuzar su diario

Pero el hubiera no existe.

 

Yo te quería

sólo para un rato,

pero me clavaste

el corazón en el muro

de tu cuarto.

 

Luisa Albarrán

sábado, 11 de abril de 2009

Despedida

Despedida

Lo siento,

hoy no puedo escribir

un pedazo de futuro

se ha comido mis letras.

Luisa Albarrán

No se cansa

No se cansa…

Cualquiera acoge

su impotencia.

Mientras las lleve a Santa Fe,

les compre abrigos Versalles,

pague el cine, el café y el motel.


No se cansa de buscar…


A todas promete

matrimonio,

casa e hijos.


No se cansa de mentir…


Le gustan jovencitas,

divorciadas y libertinas

a todas las lleva con su hermana

y a cines nudistas.


No se cansa de fingir…


Lo que no esperan.

-nunca-

Ninguna, ninguna de ellas

es que aparezca Edna…


Edna con su escopeta indomable

parte sus cráneos

raja sus caras ,

seca su vientre

las expone en la vitrina.


No se cansa de buscar

No se cansa de mentir

No se cansa de fingir…

No se cansa de negar…


¿Quién se mira en el espejo?

Luisa Albarrán