¡Al carajo!
¡Al carajo!
Estamos hartos de esta mujer, habla y habla: es una platicona hecha y derecha, platica tanto con la diestra y la siniestra a medio. Media empresa la tolera y en resto la detesta, porque dice que es doctora, que tiene una casa en las Lomas, que el Jetta de lujo es de ella y sin embargo llega media hora antes de la entrada; nadie conoce su casa y para ser doctora, no estaría de empleada, por eso nosotros, sus codos, hemos renunciado, ¡al carajo con esta vida de mierda!
Estamos hartos de esta mujer, habla y habla: es una platicona hecha y derecha, platica tanto con la diestra y la siniestra a medio. Media empresa la tolera y en resto la detesta, porque dice que es doctora, que tiene una casa en las Lomas, que el Jetta de lujo es de ella y sin embargo llega media hora antes de la entrada; nadie conoce su casa y para ser doctora, no estaría de empleada, por eso nosotros, sus codos, hemos renunciado, ¡al carajo con esta vida de mierda!
Luisa Albarran
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