Hoja de sal
La orilla de tu cuerpo
me limita.
Te pienso y me deshaces.
Tu voz acaricia
mi nombre.
susurras: Bety, Beatriz
y tengo que hacer
pases mágicos
para transformar
el fuego de mis ansias.
Abres la noche
desdoblas el mapa
de mi deseo
y un caleidoscopio
se vuelve mi alma.
Giras, mueves mis cristales,
llenas de pájaros mi calma
y la oscuridad desvanece
mis parpados.
Entras en la piel de mi pensamiento
el espiral enciende mi lumbre.
Me cortas la voz y el aliento.
Hoja de sal
tengo tanta sed
que tu silencio se pega
a mi espalda.
Comentarios