Menos que un azote
Menos que un azote
I
Era una de las mejores
pero en la casa del jabonero.
resbalé 
En diciembre llueve;
bajo la ventana 
pienso que mi sombra 
pertenece a un cuerpo
sin calor.
La noche se va helando
y el espíritu,
en cualquier momento,
puede convertirse 
en una lapida:
estas ideas testarudas
son menos que un azote.
II
Voy preguntando 
por mi alma sin alas.
Entre la gente distribuyo
pedacitos de mi corazón.
Es una lastima que mis pasos
no tengan eco, ni huella
ni nada
III
Conozco la excusa
de memoria,
pero igual escucho
y me sorprendo.
No pidas perdón 
por la tardanza
otros huesos perfuman
los callejones, las calles
y tus pantalones.
Esta osadía
anuda mi lengua.
IV
No me conciernen,
tus amores,
es cierto,
pero son un fantasma
que me han roído
el corazón y la lengua.
Ando muda
y desconcertada.
Tus ojos suavemente 
abrazan, 
ojalá asfixiaran
para que los peligros
que se avecinan
desaparecieran.
Luisa Albarrán
 08/diciembre/2008
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